domingo, 22 de marzo de 2020

Alarma IV


Si anudas el vientre de tu angustia
al reloj de las rutinas
verás que por mucho que intentes cumplirlas a rajatabla
y creas en ellas a pies juntillas
se hacen trizas en cuanto nacen 
porque el único ritmo que marcan ahora tus pulmones
es la improvisación
y el color con que pintamos es un color hecho de gotas al azar en el tubo de un fauvista 
esa mixtura señala el comienzo de la Nueva Era 
y la estridencia del canvas nos calmará 
y el ruido ensordecedor del silencio de las calles nos hablará una nueva lengua que entenderemos espontáneamente 
porque las sombras que nos acosan camufladas en patinetes eléctricos se han esfumado 
convertidas en jirones de vapor que recogen los repartidores y los policías y los sanitarios los encierran en cofres que cubren con cemento 
en praderas sin dueño ni vacas
en la coartada de los sueños por venir