Qué
traumas llevamos cada uno y hasta qué punto el cuchillo se hundió en la
mantequilla de nuestra infancia, marcándonos para siempre
Haciendo
de nosotros una pasta dura
O con
grietas
O
agujereada como un queso gruyère
O
cubierta de moho por haberla guardado en cuartos mal ventilados
En cuartos
húmedos donde triunfan las cucarachas y las corrientes heladas
Un moho verde como el trigo verde
Y el verde, verde limón
(Cuando
le pregunté si le costaba decir te quiero, me dijo que sí
Cuando
le pregunté si le costaba querer, me dijo que sí
Cuando
le dije te quiero se quedó mirándome como un pájaro, ojos moviéndose de
forma casi imperceptible en una cabeza
emplumada)
Me voy
estudiando la piel
y
mientras aparto los lunares y rasco para ver si sale lo malo
pienso
que de niña me dijeron muchas veces te quiero
y luego
llegó un día en que dejaron de decírmelo
y
después, hace ocho años, cuando se me desgajó A como el trozo azul de hielo de
un iceberg,
volvieron
los tequieros los abrazos y los nopuedovivirsinti
y aunque
vinieran de un entorno tan extraño como el que vives dentro de ti mismo, como un
globo donde flotaras en medio de una atmósfera enrarecida de estómago, rebotando
en sus paredes de goma
como si
todo fuera un espejo de mí
pensé
que tal vez hubiera esperanza
y me
atreví a pasar, abrí la boca y las palabras salieron,
Son muchos años que pasaron sin decir te
quiero y en verdad te quiero
Pero encuentro formas de engañar a mi corazón
Escucho
ahora los vallenatos de Carlos Vives
Y el
otoño se transforma en verano
En un
verano lejano en el que bailo sin miedo
Y no
hay hojas doradas sino briznas de hierba en las junturas de unas baldosas
recién colocadas
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