El umbral de un piso, descansillo, el umbral de un cuarto, el dintel bajo el que atisbo el recodo de la habitación
Umbral del mundo es mi vagina
Y la de mi madre
Umbral de mi mirada mi párpado
Me quedo en esa frontera donde soy extranjera
Donde puedo mirar sin meter la mano en una masa que se me va a quemar o quedar pastosa
Porque si introduzco la mano o la punta del pie, si piso el interior, ya será demasiado tarde, porque entonces adquirirá la cualidad de lo que es, será algo definitivo que se debe escribir o inventar o contar al psicólogo porque no lo puedes soportar, porque duele, porque ya no puede ser de otra forma, y probablemente alguien ha muerto, y las cicatrices de apendicitis y de episiotomía no se pueden ignorar, son de color ceniza sobre el templo sagrado de la virginidad, y palpitan cuando el viento cambia de dirección, testigos de los perros que han sido maltratados en el rodaje de esta película.
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